Piensan que es tonto.
O lerdo.
Todos sin excepción.
Porque nada le preocupa.
Ni nada necesita.
Le da igual.
Nació sin prisa.
Se tomó su tiempo.
Casi ni lloró.
¿Para qué?.
Vive tranquilo.
Duerme sin miedos.
Y tiene tres lemas:
Pedir perdón antes que pedir permiso.
Todo lo que hacen los demás está bien.
Y el más importante: las ideas no son de nadie, usa las de otros a discreción.
Personalmente creo que ha llegado a la Sabiduría suprema.