Kaplan y Porter analizaron el problema que subyace en la crisis de los costes sanitarios.
Básicamente, el asunto no radica en el envejecimiento de la población o en el mayor uso de tecnología más costosa. Lo que ocurre es que nos hemos pasado la vida midiendo lo incorrecto de manera incorrecta. De entrada, no atribuimos un significado correcto a la palabra «coste».
Para solucionarlo, hay que empezar por considerar los problemas completos, asignando costes a los «outcomes», a los resultados. Y entonces entramos en el concepto de «valor»