Toni Calero

«Me llamo Toni Calero y soy alcohólico»

Cuarenta años después del estreno de Fiebre del Sábado Noche, Antonio Márquez Calero, Toni Calero para los amigos, se atrevía a confesar la realidad delante del grupo de terapia de AA.

«Mi vida es la continuación de la de Tony, no la de John Travolta. Afortunada o desafortunadamente» comentó Calero; y del tirón les soltó un rollo.

«Cierto que me presenté varias veces a las pruebas de La Juventud Baila en Televisión Española. Incluso llegué a bailar Night Fever delante de Jose Luís Fradejas. No tuve éxito. No me cogieron. Pero me dio igual. Me conseguí un trabajillo en los veranos, yendo por las discotecas de los pueblos imitando a Travolta. Eso me sirvió para sacarme algún dinerillo adicional, porque mi trabajo de mozo de almacen no daba mucho. Ahora lo llaman reponedor, creo. Y también me dio para follar.¡Lo que follé! No os lo podéis imaginar. En los pueblos el Travolta tenía un tirón increíble, que yo no podía desperdiciar. Tampoco me conformé siendo un perdedor en el amor. Perseguí a mi Stephanie Mangano, que era secretaria de una ejecutiva de un banco. Y me casé con ella. ¡Qué error! De los dos. A mi Stephanie no le gustaban los hombres. Le gustaba su jefa. Pero por pena, y por su madre que no quería una «bollera» en casa, se casó conmigo. Duramos tres meses. Después de aquello no me repuse. Fui de trabajo en trabajo, sin encontrarme, sin explicarme por qué me pasaba todo eso a mi y no a Tony Manero. A Travolta lo del dinero tampoco le pasó. Lo demás no lo tengo tan claro. Aunque la calvicie la tenemos los dos igual, el se puede pagar a alguien que le dibuje el pelo».

En Hollywood son unos cabrones. La vida en las películas se acaba cuando se acaban y Fiebre del Sábado Noche se acabó cuando Robert Stigwood dio el vistobueno al montaje final que John Badham había hecho antes de salir disparado para dirigir primero Drácula y luego Juegos de Guerra. Y en Youtube, Tony Manero sigue hipnotizado con su magnífico pelazo al viento de un secador, Stephanie Mangano dándole calabazas y Farrah Fawcett con su póster de mirada lujuriosa.

Nota del autor: El protagonista es un personaje de ficción y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

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