GPT y la interoperabilidad de la historia clínica electrónica

GPT-4 y futuras versiones podrían tener un impacto significativo en los problemas de interoperabilidad de los sistemas de historia clínica electrónica (HCE).

Imagen creada por la IA «Dall-e» con el prompt «Mono delante de un ordenador, digital art»

A continuación, se presentan algunas formas en las que estas tecnologías podrían abordar estos desafíos:

  1. Estándares de lenguaje comunes: GPT-4 y versiones posteriores podrían ayudar a establecer estándares de lenguaje comunes para la interoperabilidad de los sistemas de HCE. Al comprender y generar texto en múltiples idiomas, estos modelos podrían ayudar a traducir y estandarizar la información clínica en diferentes sistemas y formatos, lo que facilitaría el intercambio de datos entre instituciones y profesionales de la salud.
  2. Extracción y estructuración automática de datos: Los modelos de lenguaje avanzados como GPT-4 podrían mejorar la capacidad de extraer y estructurar automáticamente los datos clínicos relevantes de los registros de HCE. Esto permitiría una mayor uniformidad en la codificación y organización de la información, lo que facilitaría la interoperabilidad entre diferentes sistemas.
  3. Mejora de la comprensión y contexto de los datos: GPT-4 podría mejorar la comprensión y el contexto de los datos clínicos al generar resúmenes claros y concisos de la información clave. Esto facilitaría la comunicación entre los diferentes actores de la atención médica al reducir la ambigüedad y la falta de claridad en los registros de HCE.
  4. Interacción conversacional: Las futuras versiones de GPT podrían desarrollar capacidades de interacción conversacional más sofisticadas, lo que permitiría a los usuarios realizar consultas y solicitar información específica de manera más natural. Esto facilitaría la búsqueda y recuperación de datos relevantes en los sistemas de HCE, mejorando la accesibilidad y la utilidad de la información clínica.

A pesar de los beneficios potenciales, también es importante considerar los desafíos y riesgos asociados con el uso de tecnologías como GPT-4 en los sistemas de HCE. Algunas preocupaciones incluyen la privacidad y seguridad de los datos, la responsabilidad y ética en la toma de decisiones clínicas automatizadas, así como la necesidad de un enfoque multidisciplinario para garantizar la validez y la calidad de los datos generados por los modelos de lenguaje.

En resumen, GPT-4 y futuras versiones podrían contribuir a resolver los problemas de interoperabilidad en los sistemas de HCE al establecer estándares de lenguaje comunes, facilitar la extracción y estructuración automática de datos, mejorar la comprensión y el contexto de los datos clínicos, y permitir una interacción conversacional más fluida. Sin embargo, es necesario abordar los desafíos y riesgos asociados para garantizar un uso ético y seguro de estas tecnologías en el ámbito de la salud.

Historia Clínica Electrónica: ¿qué apostamos?

Los médicos norteamericanos quieren una historia clínica electrónica que funcione. De hecho, según cuenta el presidente de la American Medical Association, Steven J. Stack, los sistemas de historia clínica electrónica son la primera causa de frustración entre los médicos en activo en USA.

La encuesta de Medical Economics de 2014 demostró esa insatisfacción.

Parece que la promesa de un sistema sanitario sin papeles no funciona. Ni siquiera tras el espectacular «estímulo» keynesiano que Obama lanzó en USA. No es que los médicos quieran volver al papel. Lo que no quieren es seguir sufriendo por sistemas computarizados que no les ayudan.

¿Sería interesante conocer la opinión de los médicos españoles (Primaria y Hospital) sobre sus sistemas de historia clínica electrónica?

Si no vamos a hacer nada, salga el resultado que salga, mejor ni intentarlo.