Hace unos días, desde el Brigham’s and Women, saltaba la noticia al mundo. Un cirujano cardiovascular había sido tiroteado en una planta de hospitalización.
¿Qué pudo haber pasado para llegar a un asesinato y un suicidio en uno de los buques insignia de la Facultad de Medicina de Harvard?
El Dr. Michael Davidson, de 44 años, recibió dos tiros de un desconocido. O no.
Davidson había operado a la madre del asesino, Mr. Pascieri, poco tiempo antes. Este, después de disparar al cirujano, se suicidó en el mismo hospital.
Odio, rencor, frustración, impotencia…
Y esto no sólo pasa en Estados Unidos.
Ahora ya podéis leer en el New England Journal of Medicine: Being like Mike
Me enteré de la noticia a través de un correo de actualización de Medscape y me acordé de ti rápidamente conociendo tu vinculación con la ciudad de Boston. Una triste noticia. No sé qué puede llevar a alguien a hacer esto. Y aquí aunque no lleguemos a esos niveles, camino vamos de alcanzarlos.
Un abrazo.