Podríamos definir los metaversos como entornos virtuales colectivos y compartidos en el ciberespacio (la nube) en los que se intercambian experiencias mediante el uso de representaciones virtuales de objetos y seres vivos (avatares) que confluyen con la realidad física.
Y aquí tenéis un ejemplo de un universo virtual completo (metaverso) en la película Ready Player One de Steven Spielberg.
Siguiendo a la carrera a Mark Zukerberg, que no sólo trabaja para crear un metaverso sino que ha dado el nombre de Meta a su propia compañía, se ha iniciado una competición por llevar la sanidad a universos virtuales.
Los dos objetivos primordiales son:
- Provision de asistencia sanitaria
- Formación y entrenamiento de profesionales
Las cuatro herramientas a las que se otorga mayor capacidad de influir en la prestación de servicio y en la promoción de la salud son:
- Telepresencia
- Gemelos digitales: reproducciones digitales de objetos, procesos o sistemas
- NFTs (non-fungible tokens) o certificado digital de autenticidad)
- Tecnología blockchain
Esta tecnología podría servir para crear centros sanitarios virtuales para la asistencia o juegos serios para la promoción de la salud.
En cualquier caso, nos guste o no, parece que la evolución es inevitable porque se alimenta de un par de deseos clave en la fantasía de nuestra especie: la deificación de homo sapiens y la trascendencia.
El potencial es enorme, pero los riesgos también.
Será necesario establecer una apropiada regulación sobre protección de derechos de los individuos y los grupos para evitar que unos pocos tengan el control sobre un recurso de extraordinario poder. Habrá que investigar los efectos psicológicos de habitar universos virtuales con capacidad para sobrepasar barreras hasta ahora infranqueables. Y, sobre todo, tendremos que asegurarnos de que obtener asistencia sanitaria en mundos virtuales es bueno para la salud de las personas y de las comunidades.