Relatos de verano: Anne

No reincidí durante el resto del viaje. No, no. No reiteré las preguntas prospectivas sobre el potencial interés en el intercambio de material genético. Carecía de la fuerza interior para soportar un nuevo fracaso.

A la mañana siguiente, tras un sueño interrumpido por fantasías sobre la pregunta que tanto me había costado hacer y cuya falta de respuesta, por sueño de la chica que tanto me atraía, me había causado una enorme frustración, volvimos a la tienda que la compañía de Richard Branson había abierto en el centro de Londres. Una sensación de vértigo me sobrecogía, sin habituarme a ello con cada visita, desde el momento que ponía un pie en el local. Cientos de estanterías con vinilos de distintos tamaños se alineaban en cualquier espacio. Y los Bee Gees, gracias al australiano Robert Stigwood, destacaban en los posters colgados por las paredes.

Los Bee Gees, hermanos ellos, tenían un Gee pequeño, Andy. Aunque había pasado algunas temporadas tocando la guitarra y cantando en chiringuitos de playa, en Ibiza no le conocía nadie, aunque se aficionó a la coca, que terminaría rompiédole, literalmente, el corazón – tuvo una pericarditis que lo tumbó años después -. Pero ahora, apoyado por su Gee mayor, Barry, con el trío de producción Gibb-Galuten-Richardson para RSO Records – Robert Stigwood Organization, la misma compañía de Fiebre del Sábado Noche y luego Grease, y John Travolta ajustándose la entrepierna – había conseguido un éxito sin precedentes, Shadow Dancing, que estaba en los lugares más altos de las listas en Estados Unidos.

En la Virgin Megastore, yo repartía mi atención entre esos discos que todavía no habían llegado a Madrid y la figura de mi compañera de viaje moviéndose entre las estanterías. Pero no se me olvida que, en un drástico contraste con mis gustos, absolutamente sesgados por la influencia anglosajona, ella se dirigió a ver discos de Camilo Sesto. Eso, con el tiempo, terminó teniendo efecto. Claro que sólo lo comprendería retrospectivamente.

Las divergencias musicales llevan el desencanto. Algunas palabras inadecuámente usadas también. Y el desencanto al desenamoramiento. Y el desenamoramiento a Anne, una francesa de nariz respingona, a lo Jane Birkin. Anne resultó ser de Burdeos, envuelta en una lánguida lascivia, como la que todo adolescente español en los años 70 atribuía a una francesa. Pero eso es otra historia.

Relatos de verano – ¿Tienes sueño?

– ¿Tienes sueño? – pregunté suavizando el tono de mi voz. Como en las películas. «¿Por qué susurramos como los actores en las películas cuando queremos tener sexo?»

Gran parte de la humanidad, o al menos de esa parte que conozco personalmente, cuatro o cinco, no más, ha aprendido a relacionarse viendo películas, de todo tipo, románticas, de aventuras, violentas, X, que en España las películas se llamaban así antes de que Elon comprara Twitter. Y en las películas, se susurra. Mucho. La seducción se reduce a susurros. Y música de fondo para lubricar voluntades. Por eso suavizamos la voz cuando decidimos que la masturbación no es suficiente y necesitamos de otro ser humano para ejecutar. Porque la gente está por ejecutar más que disfrutar. Y digo seres humanos porque no estoy familiarizado con otro tipos de experiencias interespecie. No sé si se propone o surge. Interespecie, me refiero.

Pero no quiero distraerme de un recuerdo tan vívido.

No me contestó. No se me olvida. Ella no me contestó.

Lo tomé como falta de interés. En aquel momento. ¿Me ignoraba?

«¿Por qué no coordina su interés con el mío?» me pregunté al darme la vuelta en la cama. Muy estrecha, por cierto, para dos personas.

¡Con las palpitaciones que yo sentía en mi pelvis! Rítmicas. Unas ganas tremendas de empujar. Irrefrenables, como diría Gala en una de sus pedantes entrevistas, por ejemplo.

Eso es porque, desde niño, siempre tiendo a pensar mal de los sentimientos de los demás hacia mi. Siempre. Y de sus intenciones.

También podría ser sueño. Sí, sueño. El objeto de mi pasión se había quedado dormida. Quizá era lo normal. Sobre todo si se tenía en cuenta que habíamos estado recorriendo Oxford Street de un lado a otro desde que llegamos a Paddington vía Slough. Pero es que los españoles, en los 70, follabamos poco. Los jóvenes me refiero. Los adultos, aún menos. Poníamos mucha ilusión pero, incluso así, lo hacíamos muy poco. Lo nuestro era más sexo oral. Fantaseábamos, hablábamos, nos contábamos historias. Pero ¿ejecutar?

Era 1978. En diciembre se votaría una nueva Constitución. Yo era un adolescente. De viaje por Inglaterra con otros grupo de españoles. Nos alojábamos en un hotel localizado en Gloucester Place, cuyo recepcionista no inspiraba confianza.

«Tengo que volver a la Virgin Megastore»

Selección social antinatural: un fenómeno del siglo XXI

El concepto de «selección social antinatural» pertenece al presente siglo y refleja un cambio en cómo se producen los avances y el éxito en la sociedad actual.

A diferencia de la selección natural, que Charles Darwin describió como la supervivencia del más apto basada en rasgos biológicos y adaptaciones, y de su consecuente «Darwinismo social», la selección social antinatural se refiere a las maneras en que los factores sociales, tecnológicos y económicos influyen en quién prospera y quién no.

¿Qué es la selección social antinatural?

La selección social antinatural ocurre cuando las normas sociales, la tecnología y las condiciones económicas moldean el éxito de individuos y grupos, a menudo de maneras desvinculadas de los procesos evolutivos naturales. Este fenómeno está impulsado por factores como:

  1. Competencia tecnológica: El éxito depende cada vez más de la capacidad para navegar y aprovechar la tecnología. Aquellos que son expertos en herramientas y plataformas digitales tienen más probabilidades de triunfar en las economías modernas.
  2. Situación económica: La riqueza y el acceso a recursos pueden influir significativamente en las oportunidades para la educación, la salud y el bienestar general, creando un ciclo donde los ricos se enriquecen y los pobres enfrentan más desafíos.
  3. Redes sociales: La capacidad de formar y mantener conexiones sociales, tanto en línea como fuera de línea, puede ser un determinante crucial del éxito. El capital social, o el valor derivado de las redes sociales de una persona, a menudo supera el mérito individual. Esto resulta particularmente complicado en el caso de los poderes políticos y la «ley de hierro de la oligarquía», formulada por el sociólogo italiano Robert Michels.
  4. Tendencias culturales: Los valores y tendencias culturales cambiantes pueden dictar lo que se considera exitoso o deseable, a menudo recompensando a quienes se ajustan a o moldean estas tendencias.

Implicaciones para los grupos sociales

Las implicaciones de la selección social antinatural son profundas y multifacéticas:

  1. Desigualdad: Esta forma de selección a menudo exacerba las desigualdades sociales existentes. Aquellos que comienzan con ventajas, como riqueza, educación y conexiones sociales, tienen más probabilidades de seguir avanzando, mientras que aquellos sin tales ventajas pueden luchar por ponerse al día.
  2. Salud mental: La presión para conformarse a las expectativas sociales y la búsqueda implacable del éxito pueden llevar a un aumento del estrés, la ansiedad y otros problemas de salud mental.
  3. Pérdida de diversidad: Al valorar ciertos rasgos y habilidades por encima de otros, la selección social antinatural puede llevar a una homogeneización de talentos y perspectivas. Esta pérdida de diversidad puede sofocar la innovación y reducir la resiliencia de los grupos sociales.
  4. Preocupaciones éticas: El énfasis en el éxito y el avance puede a veces eclipsar las consideraciones éticas, llevando a una cultura donde el fin justifica los medios y los comportamientos poco éticos pueden ser pasados por alto o incluso recompensados.

¿Cómo abordamos los desafíos planteados por la selección social antinatural? Pues mediante un esfuerzo consciente para promover la diversidad y la inclusión. Esto implica:

  • Asegurar el acceso a la educación, que no a la instrucción, y a oportunidades, independientemente del trasfondo socioeconómico.
  • Valorar habilidades y perspectivas diversas, no solo aquellas actualmente consideradas rentables o de moda.
  • Apoyar iniciativas generadoras de antifragilidad ante las presiones sociales.
  • Fomentar el comportamiento ético y crear sistemas que recompensen la integridad y la justicia.

Al reconocer y abordar las dinámicas de la selección social antinatural, se podría trabajar hacia la creación de una sociedad que valore y nutra el potencial de todos sus miembros, conduciendo a un futuro más humano, responsable y justo.

Un ángel caído

El hedor a formol y a anhelo fallido impregnaban a Klint como una hedionda segunda piel. Rodeado de oscuridad, la lámpara cenital proyectaba un círculo de luz obsceno sobre la masa helada e inerte que yacía sobre la mesa del quirófano. Lo que tenía frente a sus ojos no era un paciente, no esta vez. Era un ángel, o al menos lo que Gustavo imaginaba que sería la anatomía celestial sometida a la cuchilla implacable de la realidad.

Las alas, desgarradas y cubiertas de un polvo grisáceo, que Klint asoció al residuo del olvido, se desplomaban sobre el suelo ajedrezado. El bisturí, incisivo hasta el extremo de lo irreal, temblaba en la mano del diestro cirujano. ¿Incidir y disecar la gracia divina? ¿Suturar el misterio? La lógica se difuminaba en los bordes de la escena, como las plumas lo hacían de las extremidades aladas.

Un sonido gutural, a medio camino entre el lamento y el trueno, escapó del pico oculto del ángel. O tal vez fue la propia cordura de Klint la que se quebraba, incapaz de soportar la tensión entre lo divino y lo profano. Seguro que la belleza se la llevó toda el portador de la luz.

Con un movimiento rápido, casi automático, Klint hundió la hoja en el pecho del ser celestial. No encontró sangre, ni órganos, solo un vacío luminoso que le devolvió la mirada con la intensidad de mil soles fríos. Y en ese vacío, Klint creyó ver la respuesta a todas sus preguntas, reflejada en un lenguaje que no era capaz de comprender, pero que lo explicaba todo. Sin símbolos ni sonidos. Todo era inmanente.

La luz se apagó de golpe, sumiendo el quirófano en una oscuridad absoluta. Cuando volvió la electricidad, el ángel había desaparecido. Sólo quedaba el eco de un aleteo fantasmal y, en la mano de Klint, el bisturí aún vibrante con el pulso de lo imposible.

En un país muy muy lejano, o no….

Esta es una simulación de un país no muy muy lejano (y si alguien se ofende, siento que se sienta así)

Mi prompt para ChatGPT4o:
Por favor, haz una simulación muy general sobre una situación real. Imagina un país de 1000000 habitantes que tiene una tasa de medicos en su sistema nacional de salud de 5.83 por 1000 habitantes, siendo la tasa total de médicos colegiados de 6.21 por 1000 habitantes. Ahora describeme en que situación se encontrará ese país en cuanto a médicos disponibles en el sistema sanitario en un mes de agosto, teniendo en cuenta que en ese mes el 50% de las plantillas está de vacaciones, la tasa de ILTs es de 9% y hay un 0.01% de profesionales que piden una excedencia en ese mes para cuidados de hijos, y la cantidad de personas en el país aumenta en un 3%. Asume que todo el excendente de médicos que no trabajan en el SNS son contratados por el SNS durante el mes de agosto.

GPT4o:
Médicos en el SNS = 5830
Total de médicos colegiados = 6210

Situación en Agosto
Reducción del 50% de plantilla. Médicos presentes = 2915
Reducción adicional por ILTs (9%). Médicos activos después de ILTs = 2651.65
Médicos activos después de excedencias = 2651.38

Población en agosto con un aumento del 3% = 1030000

Contratación de médicos colegiados No SNS = 380
Asumiendo que todos estos 380 médicos adicionales son contratados por el SNS en agosto el número total de médicos disponibles en agosto =3031.38
Tasa de médicos activos por 1000 habitantes en Agosto ≈ 2.94

Resumen de la situación en agosto
En agosto, el país con una población aumentada a 1,030,000 habitantes y una significativa reducción de médicos disponibles debido a vacaciones, ILTs, y excedencias, se encontrará en una situación en la que la tasa de médicos activos en el SNS será de aproximadamente 2.94 médicos por 1,000 habitantes. Esto implica una disminución significativa en la disponibilidad de médicos para atender a la población, lo que podría impactar negativamente la calidad y accesibilidad de la atención médica durante ese mes.

Mi nuevo prompt

Imagina que ese mismo país, para paliar la situación, contratara de manera permanente a todos los médicos colegiados un año. ¿Cuál sería la situación el mes de agosto del año siguiente?

GPT4o

En agosto del año siguiente, el país con una población aumentada a 1,030,000 habitantes y una significativa reducción de médicos disponibles debido a bajas, ILTs, y excedencias, se encontrará en una situación en la que la tasa de médicos activos en el SNS será de aproximadamente 2.74 médicos por 1,000 habitantes

Pensar

Pensar es poderoso. La complejidad de nuestro pensamiento nos define como humanos. Pensar es más que procesar información. Es cuestionar, explorar, crear. ¿Cuántos piensan? ¿Quién entiende lo que piensan?

Pensar puede ser un refugio. Nos permite escapar de la rutina. A veces, es una lucha. Nos enfrenta a nuestras dudas y miedos.

Pensar abre puertas. Nos lleva a nuevas ideas, soluciones, caminos. Pero también puede cerrar puertas. Nos hace dudar, temer, retroceder. Por miedo.

Pensar es un acto de libertad. Podemos imaginar lo imposible. Soñar sin límites. Pero también es una responsabilidad. Cada pensamiento puede tener consecuencias.

Pensar nos conecta. Compartimos ideas, aprendemos unos de otros. Pero también nos aísla. Cada mente es un universo único, a veces incomprensible.

Pensar es necesario. Nos impulsa a crecer, a cambiar. Nos ayuda a entender el mundo y a nosotros mismos. Pero pensar demasiado puede ser una trampa. Nos paraliza, nos agota.

Pensar es el primer paso hacia la acción. Una chispa que enciende el movimiento. Pero pensar sin actuar es inútil. Las ideas deben materializarse.

IA generativa y teoría de juegos

Yo:

Imagina un juego. Múltiples jugadores humanos interaccionan con una IA generativa, como chatgpt, en una especie de juego donde cada individuo humano intenta ganar a todos los demás humanos y eliminarlos del juego. Eso supone que la IA generativa puede dar soluciones a cada individuo que les ponga en peligro individual y colectivamente. Propón una solución.

ChatGPT:

Este escenario plantea un juego complejo en el que una IA generativa interactúa con múltiples jugadores humanos en un ambiente competitivo. La estrategia de «Mutuamente Asegurada la Destrucción» (MAD) y el concepto del equilibrio de Nash son útiles para abordar la dinámica estratégica del juego.

En la estrategia MAD, comúnmente asociada con la política de disuasión nuclear, cada jugador posee la capacidad de infligir un daño inaceptablemente alto al otro, lo que desalienta el ataque inicial y fomenta un estado de estabilidad a pesar de la tensión. Por otro lado, un equilibrio de Nash ocurre cuando cada jugador ha elegido la mejor estrategia posible, teniendo en cuenta las decisiones de los otros jugadores, y ninguno tiene nada que ganar cambiando solo su estrategia.

Para diseñar una solución basada en estos conceptos:

  1. Transparencia de las Reglas: La IA debe seguir reglas claras y transparentes que sean conocidas por todos los jugadores. Esto establece un campo de juego equitativo y permite a los jugadores formular estrategias basadas en información completa.
  2. Disuasión Simétrica: Implementar un mecanismo en el juego por el cual acciones agresivas contra otros jugadores podrían resultar en represalias por parte de la IA. Esto desalienta a los jugadores de tomar medidas que podrían eliminar a sus oponentes humanos, ya que dichas acciones también aumentarían su propio riesgo de ser eliminados.
  3. Incentivos de Cooperación: El juego podría diseñarse para recompensar la cooperación entre jugadores humanos. En lugar de solo ganar eliminando a los demás, los jugadores podrían obtener beneficios al formar alianzas y trabajar juntos para «sobrevivir» a los desafíos planteados por la IA.
  4. Equilibrio de Nash Dinámico: La IA podría ajustar dinámicamente el juego para mantener un equilibrio de Nash. Si detecta una estrategia dominante o una alianza que desequilibra el juego, podría introducir nuevos elementos para restablecer la equidad, como desafíos o recompensas.
  5. Limitaciones de la IA: Establecer límites éticos y de seguridad para la IA para asegurarse de que no genere soluciones que puedan dañar a los jugadores en el mundo real o crear consecuencias no deseadas.
  6. Final del Juego: Definir condiciones de finalización claras, donde el «ganar» no necesariamente signifique ser el último jugador restante, sino tal vez alcanzar ciertos objetivos dentro del juego que requieren tanto estrategia individual como colaboración.

Con estos elementos, se podría crear un juego estratégico complejo que utilice los principios de MAD y el equilibrio de Nash para fomentar tanto la competencia como la cooperación, manteniendo la integridad del juego y la seguridad de los jugadores.

Inteligencia artificial y pensamiento crítico

A medida que la #IA generativa continúa integrándose en nuestros sistemas educativos, surge una pregunta pertinente: ¿Está la IA erosionando nuestro pensamiento crítico? La respuesta, sin embargo, requiere una exploración más profunda de nuestras raíces educativas y culturales.

Históricamente, el pensamiento crítico ha sido un objetivo primordial de la educación, para promover la habilidad de analizar hechos, generar conexiones y evaluar argumentos de manera lógica. Sin embargo, la preocupación por su deterioro precede con creces a la aparición de la IA generativa. Este declive, argumentado por algunos educadores y pensadores, se atribuye más a cambios en los paradigmas educativos, la sobrevaloración de la memorización y la subvaloración del análisis crítico y la reflexión profunda.

La llegada de la IA generativa no ha iniciado este desafío, sino que lo ha iluminado, actuando como un espejo de nuestras prácticas educativas actuales. Lejos de ser el villano, la #IA ofrece oportunidades sin precedentes para revitalizar el pensamiento crítico. Herramientas basadas en esta tecnología pueden proporcionar escenarios complejos y datos para análisis, fomentar la discusión crítica y ofrecer simulaciones que desafíen nuestras habilidades de razonamiento y argumentación.

La clave está, como siempre, en cómo integramos la tecnología en la educación. En lugar de depender de ella para respuestas rápidas y soluciones fáciles, podemos utilizarla para crear entornos de aprendizaje que promuevan la curiosidad, la indagación y el debate crítico. La IA puede ser una aliada en enseñar a los estudiantes no solo a encontrar respuestas, sino a hacer las preguntas correctas.

Fotógrafo


Aquí estoy, en medio de El Rastro, el mercado de pulgas más famoso… de Madrid.

Soy un fotógrafo valiente, pero desafortunado. El artista incomprendido. Pero hoy, como cada domingo, mi ritual me ha llevado a la aventura con mi amada cámara en mano, entre la multitud que se agolpa alrededor de los puestos de venta, bajo la impertérrita mirada de la estatua de Cascorro.

Pero la masa no piensa, no tiene misericordia de mi. Ignoran que ando a la búsqueda del momento irrepetible. Me arrastran, me empujan, me hacen girar…

¡Es un centrifugado humano!

Un paso a la izquierda, ¡zas!, un codazo. Un paso a la derecha, ¡pum!, un bolso en la cara. A veces un bastón. Otras un paraguas. Todos esos artilugios amenazan alguno de mis orificios naturales. O amenzan con crearme otros nuevos.

Intento retroceder, no sé a dónde, pero la multitud me empuja hacia adelante.

¡Es un baile frenético!

De repente, mi cámara sale volando por los aires.

¡Oh, no!

Miro arriba. Al cielo. Cuál artista en la pista de un circo, doy pasitos a derecha e izquierda calculando el punto de caída donde, si no calculo mal, podrá impactar la máquina con mis manos, en vez de con el suelo. O con la crisma de algún viandante. O de los niños que son transportados en esos carritos que martillean sin piedad mis rodillas.

Es una lucha. Pero no me rindo.

Como a bajas revoluciones, veo mi cámara flotando en el aire sin saber que el dispositivo de disparo automático hace que, involuntariamente, vaya capturando imágenes de cuadros, antigüedades, reliquias, libros y espejos en los que una multitud queda reflejada.

¡Es un festín visual!

Afortunadamente, la cámara aterriza en mis manos. Miro la última foto y no me lo puedo creer.

¡Es perfecta! La humanidad contenida en un trozo de El Rastro pasará a la eternidad en formato digital.