“Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla”
Y se quedó tan tranquilo.
Herético.
Impenitente.
Pertinaz.
Obstinado.
Esos fueron sus pecados.
Le arrastraron por el Lungotevere.
Cruzaron por el Ponte Sisto.
Camino del Campo di Fiori.
El frío subía desde el río.
Se metía en los huesos.
Febrero.
La hoguera acabó con el frío.
Pero no con sus ideas.
Por herético.
Impenitente.
Pertinaz.
Y obstinado.