Si continuamos en un modelo de medicina «moderna», basada en medirnos el volumen de servicios que producimos, ningún sistema sanitario será sostenible (definida la sostenibilidad como dar más servicios por el mismo gasto o dar los mismos con menos).
Transformar la sanidad nos va a obligar a dejar en segundo plano la medida de recursos materiales, humanos y de cantidad de servicios que constituyen y proporciona el sistema, para empezar a priorizar la medida, cuantificación y comparación de los resultados que se genera para los usuarios.
Es decir, tenemos que empezar a medir el valor que produce el sistema para el individuo y para la población.
Por fin parece que se va a valorar mas la calidad que la cantidad; eso es lo mas importante y fundamental. Lo bueno y no lo mucho es lo mejor!