Le miré antes de decirle adiós.
Cogí su mano.
Antes de declarar su muerte.
Oficialmente.
Antes de dejarle ir.
No me oiría.
Ni me vería.
Pero esperaba desesperadamente.
Que me sintiera.
En una sala blanca.
Abandonaría el mundo.
Rodeado de pequeñas luces parpadeando.
De pitidos.
Y de otras personas que me observaban.
Mientras ayudaban a otras personas.
Incrédulas.
De verme hacer lo que no se esperaban.
Había estado sentado a su lado.
Desde que terminó la cirugía
Habíamos revuelto su cuerpo.
Buscando una causa que se nos escapaba.
Un traumatismo.
En coche.
En una mañana.
En la M30.
Habíamos abierto su abdomen.
Habíamos cortado su esternón.
Y visto su corazón luchando frenéticamente
Por bombear.
Algo.
Sangre.
Que se escapaba por las costuras.
Mi recuperación.
Por desafiar lo que no se puede.
Por hacer lo que decidí.
Por buscar la paz interior..