¿Regular el amor?

Hoy he salido a cenar por Washington DC y camino de Dupont Circle me he encontrado con este mural. Perturbador. No por su apoyo a la igualdad o al amor. Sino por las preguntas que me ha hecho hacerme.

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Se habla de «parejas que se aman», «igualdad», «matrimonio» y «el amor no puede esperar». Al leerlo, se me ha disparado el centro de ideas descabelladas.

¿Qué sentido tiene en el siglo XXI que el estado regule el amor entre personas?

¿Por qué tiene que regularse el amor únicamente entre dos personas?

¿Qué derecho adicional otorga a un ser humano que le ame otro? ¿Y por qué le debe importar eso al Estado?

Si el amor es el bien importante que intenta preservar el Estado, ¿por qué no regula el amor entre tres, cuatro, cinco o n número de personas?

¿Cómo diferencia el Estado el amor que debe proteger?

¿Y qué pasa con las parejas que no se aman, pero se casan?

Tantas preguntas que no tienen sentido. Tantos sentidos que no tienen contestación…

Y no me vengan con cuentos, pensar que el amor sólo se puede dar entre dos personas es un prejuicio

Una respuesta a «¿Regular el amor?»

  1. El afán del Estado por regular hasta los aspectos más íntimos de los ciudadanos, alcanza límites rayanos con la astracanada incluso en la cuna del individualismo. Por eso cada vez estoy más en la línea anarco-liberal, versión minarquista, es decir reducir el Estado al mínimo imprescindible para garantizar la defensa exterior, la igualdad de oportunidades y el derecho a la propiedad privada.

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