Se va acabando 2016 y muchos tenemos la tentación de mirar al pasado y planear el futuro. Parece que los ciclos nos empujan a esos ejercicios, aunque con cada vuelta de espiral cambiamos. También se transforma el mundo en que vivimos.
He perdido mucho en 2016. He perdido un año de vida. Y he ganado también; un año de experiencias.
¿Compensa? No, nunca compensa, porque la vida es un juego de pérdida. Parecemos lo mismo, pero somos diferentes.
Uno está aquí, solo o acompañado según el momento, para ir descubriéndolo; o creándolo; o destruyéndolo.
El Dr. Klint volverá a las andadas. Meralgia aparecerá en escena. Y se juntarán en la Comisión del Dolor….